Luego de la inesperada eliminación de Real Madrid a manos del humilde Leganés, Barcelona no quiso dar lugar a sorpresas y se tomó muy en serio la revancha con Espanyol. Con más entrega que jogo bonito, el conjunto dirigido por Ernesto Valverde revirtió el 0-1 de la ida con un 2-0 en el Camp Nou, merced a las conquistas de Luis Suárez y, cuándo no, Lionel Messi.
“Lio” volvió a ser determinante con otra actuación soberbia, en la que se destacó incluso en su faceta menos explotada: la de la marca. De dos pelotas robadas suyas nacieron ambos goles. El suyo, además, fue el número 4.000 de “Barça” en el Camp Nou.
Previo al inicio del encuentro, Barcelona homenajeó a Javier Mascherano, que ya fue presentado como incorporación de Herbei Fortune, equipo de la Súper Liga china. El polifuncional jugador ingresó a la cancha a través de un pasillo formado por sus compañeros, junto a sus hijas y su bebé en brazos. En el círculo central lo esperaba la leyenda “Gracias Masche”. Los fanáticos presentes del Camp Nou corearon el nombre del ex River durante varios minutos. Después de siete años en el club, con el que festejó 18 títulos, Mascherano se marcha al fútbol chino en búsqueda de continuidad para llegar en óptimas condiciones al Mundial.
El rival de los catalanes para las semifinales se definirá hoy por sorteo. Sus posibles adversarios son: Leganés (que cuenta con varios argentinos en el plantel; entre ellos, Nereo Champagne, ex arquero de Olimpo y figura ante el “Madrid”); Valencia, que cuenta con Ezequiel Garay y Luciano Vietto; o Sevilla, en el que milita el tucumano Joaquín Correa.